¿Qué está pasando con las redes sociales?

Al hijo de un amigo que tiene 24 años (estudia Ingeniería Informática),  cada vez que le preguntan porque no tiene Facebook, Instagram…, su contestación es, yo soy feliz de verdad, no tengo que disimular que lo soy, me gusta vivir mi vida y no la de los demás, prefiero dar un abrazo en persona que a un «me gusta» online.

Por primera vez desde su irrupción, baja su uso. ¿Nos hemos aburrido de fotos de pies y broncas con desconocidos?

Las redes sociales han perdido su encanto y no es una exageración. Su consumo ha caído por primera vez tras diez años de un crecimiento enorme.

Un dato para empezar: en 2015, los españoles gastaron nueve minutos menos a la semana en las principales redes sociales, comparado con el año anterior. En un mercado que se alimenta, en gran parte, del tiempo que le dedicamos, esa disminución marca un punto de inflexión en una forma hasta ahora hipnótica de consumo. Algo está pasando con nuestra vida social virtual y en Estados Unidos ya le han puesto nombre: social media fatigue (agotamiento social). En castellano: las redes empiezan a cansarnos y al mismo tiempo, tenemos más cuidado con nuestra reputacion digital online. Al menos tal y como las conocemos.

Facebook sigue siendo el rey, pero no se salva de la caída. Cada semana, los españoles le dedican un promedio de 4 horas y 23 minutos. Eso ya es ocho minutos menos que en el 2014, según el estudio de redes sociales del IAB Spain, la asociación que representa al sector de la publicidad en medios digitales.

Aunque parezca poco, si multiplicamos eso por los 15 millones de usuarios que hay en el país, la plataforma de Mark Zuckerberg está perdiendo dos millones de horas cada semana. Y en internet, tiempo es sinónimo de ingresos. La caída de Twitter es bastante más notoria: baja 37 minutos y se queda con 2 horas y 32 minutos por semana.

¿A qué se debe esta caída? «La intensidad con que se usaban las redes en sus inicios se ha controlado», concluye el informe Observatorio de redes sociales elaborado por The Cocktail Analysis y Arena en diciembre de 2015. Es decir, ya hemos superado la emoción de la primera vez.

«Los usuarios ya no les otorgan un rol central en su vida, aunque uno de cada cuatro las reconoce como imprescindibles». Algo similar ocurre a nivel global. El consumo de Facebook, que ya supera los 1.600 millones de usuarios, cayó un 8% en nueve países (Alemania, Australia, Brasil, España, Estados Unidos, India, Reino Unido y Sudáfrica), según un análisis que el medidor de tráfico SimilarWeb hizo en dispositivos Android.

Hay dos razones que explican esta tendencia. «Primero, lo social puro se está enfriando». Esto quiere decir que convertir el muro en nuestro diario personal, husmear perfiles ajenos, compartir las fotos de la última fiesta o ampliar el número de amigos virtuales ya no mola tanto como antes.