Datos personales que nuestros aparatos seleccionan

Hay cada vez más aparatos inteligentes cuyo fin es facilitar la vida, en contrapartida necesitan conocer el máximo sobre su usuario, y así poder brindar las prestaciones prometidas.

Una gran cantidad de datos que estos dispositivos atesoran, y a menudo, bastante más información de la que exactamente sería necesaria para realizar su desempeño. La información acumulada, posteriormente es organizada, ordenada y vendida sin ser conscientes de ello y por supuesto sin nuestra autorización.

Dentro de los distintos datos que se guardan, predominan los datos personales cuando nos registramos, los que proporcionamos al poner en marcha el dispositivo, los datos de usuario al identificarse, la actividad, la situación del dispositivo en cada instante.

Los datos recogidos por sensores que integran los dispositivos son conservados. Estos sensores detectan y localizan el movimiento, graban audios y brindan funciones de videovigilancia.

Estos aparatos/dispositivos inteligentes a los cuales podríamos llamar astutos, dado que recopilan todos los datos personales de las actividades y ocupaciones que llevamos a cabo con el dispositivo, identifican rápidamente el medio utilizado, ordenador, tableta, móvil. Diferencia el empleo que se le ha dado y la acción/actividad a la que iba dirigida (abrir la nevera, que comemos, cambiar de canal y que vemos, activar el horno, etc.).

Algunos dispositivos guardan datos no eticos, no estando en su comportamiento esperado, como la captura de imágenes cuando se pulsa el timbre de una casa o la activación de los asistentes de voz al pronunciar ciertas palabras.

Los datos son absolutamente personales y de nuestra propiedad, tenemos «derecho a la privacidad y a conocer exactamente como se utilizan», hace años que vengo diciendo que los datos son el petróleo del siglo XXI.

Porqué se venden?

¿Qué hacen con estos datos una vez seleccionados y ordenados? Cientos de miles de datos de cada “cliente online” llegan a métodos de subasta de anuncios fragmentados/segmentados/ordenados en tiempo real, y es un negocio muy lucrativo.

Una “insondable evasión masiva de datos personales”, es lo que denuncian las organizaciones online, en mayo pasado interpusieron demandas en España y otros países europeos contra la industria de la publicidad en internet. Estas empresas contravienen el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), cuyo reglamento bebe de la sentencia «costeja«.

¿Cómo lo hacen?

Eres el usuario, lees cualquier periódico, entras en una web cualquiera, automáticamente te perfilan y tus datos van al servidor de anuncios online, más de una vez, te has puesto mirar algo de tu interés, zapatos, ropa etc. Y cuando vas a otra web te acribillan a anuncios de ropa y zapatos.

Esto ocurre al conectar tus datos, con las diferentes demandas que los anunciantes van lanzando a los espacios publicitarios.

Probablemente una de las demandas, están en lo que has estado buscando, y te envían nuevos anuncios, al verlos recaban nuevos datos y el bucle es que cada vez saben más de ti.

Conocen desde que dispositivos te conectas, donde estas, que actividades realzas en la jornada, lo saben todo de ti.