Sentencia en Italia del caso “Tiziana”
Facebook «debe eliminar rápidamente contenidos ofensivos».
Hace uno días, escribí sobre el caso Tziana, un caso que hizo, que una joven se quitará, la vida.
Se debe esperar a que alguien muera, para legislar?
Hace años que la gente dejó de ser gente para convertirse en audiencia «me gusta», y que la audiencia ha decidido que lo que más público o más «me gusta» tenga es lo que importa,
A las «redes sociales» se les bautiza como “cultura popular”, y como es cultura y es popular hay que sumarse a su éxito. Disentir de lo que las masas aplauden, te puden tachar de, snob y elitista o otras cosas peores.
Hoy en día, no estar de acuerdo con las corrientes absolutistas de las redes sociales, el insulto es correcto si el insultado está ya previamente condenado por los prejuicios imperantes y la dictadura del “pensamiento único” que ha robado nuestra libertad y que está dinamitando la normal convivencia del libre pensamiento.
Mientras todos callan y tiemblan ante el poder de la nueva omnipresente dictadura de lo “políticamente correcto”, porqué, nos han dicho desde estas empresas, que borrar datos de una persona, es prácticamente un sacrilegio digital, nos manipulan, la esencia de su negocio, es precisamente nuestros datos personales, como van a retirar datos, si es la base de su negocio?
Vivir en la vacua mentalidad destructora de quien no sabe construir nada, y la tonta frase de «cada vez que se borra algo de internet, muere un gatito», esto se debe a una frase satírica acuñada en 1996 en la Universidad de Georgetown: «Cada vez que te masturbas, Dios mata un gatito».
Me pregunto si prefieren que muera un ser humano, a un gatito?.
Lo que realmente, deben hacer las redes sociales es cuidar al usuario, y controlar los abusos en la vida privada de estos mismo.
Los jueces del tribunal de Nápoles escriben en una sentencia de 12 páginas, que Facebook «debió parar de inmediato la difamación mediática» que llevó a la joven Tiziana Cantone a suicidarse por la humillación sufrida en las redes
Una nueva era se puede abrir en la historia de las redes sociales. Un tribunal de Nápoles pretende imponer a Facebook un nuevo estándar de comportamiento con una sentencia que entra de lleno en el derecho a al olvido y a la privacidad. El pasado 13 de septiembre Tiziana Cantone, de 33 años, se suicidó en Mugnano, en la provincia de Nápoles, a causa de humillación y vergüenza que sufrió tras la publicación, sin que ella lo supiera, de imágenes de contenido sexual explícito con su novio. Tiziana solicitó a Facebok y a otras plataformas que se eliminaran las imágenes y las páginas llenas de insultos. La joven napolitana no fue escuchada en principio por los colosos de las redes sociales. Era ya tarde cuando los juzgados le reconocieron su derecho a eliminar el rastro que habían dejado en Internet sus videos. Para colmo, fue condenada a pagar los gastos legales por valor de 20.000 euros. Poco después se suicidó.
La madre, Maria Teresa Giglio, prosiguió la lucha para salvar la imagen de su hija. Ahora ha obtenido su recompensa al ver que Tiziana ha ganado la batalla a Facebbok. En efecto, los jueces del tribunal de Nápoles escriben en una sentencia de 12 páginas, que Facebook «debió parar de inmediato la difamación mediática». En cambio la popular red social «permaneció totalmente impasible, no procediendo ni siquiera, como tenía que haber hecho, a denunciar con prontitud el hecho a las autoridades competentes», escriben los jueces.
Tutelar al usuario
La sentencia deja muy claro que Facebook se limitó a lavarse las manos, en lugar de intervenir de inmediato tras la solicitud de Tiziana Cantone, sin tener que esperar a la intervención de un juez. Es decir, los jueces sostienen que la plataforma no puede ser «neutra». Tras esta victoria, la madre de Tiziana quiere aún justicia para su hija y se desahoga así: «Si los colosos de Internet hubiera tenido más temor de las leyes y las hubieran respetado, mi hija estaría viva. Ahora es necesario que intervenga Europa, no bastan las leyes particulares de un Estado».
Las redes sociales tendrán que ser más rápidas para eliminar las ofensas con el fin de evitar otros dramas. Sirve rapidez, sin que sea necesario esperar la decisión de juez.
Facebook se defiende señalando que no le corresponde a la plataforma actuar como vigilante preventivo de los contenidos. La red social continúa a considerarse solo un «posting provider» (una plataforma para poner a disposición un espacio web), y como es habitual carente de responsabilidades. La realidad es que hoy Facebook es la más grande «media company» del planeta, pues distribuye, organiza, analiza y vende contenidos a casi 1.800 millones de usuarios.
Facebook es cada día más una maquina de hacer dinero. Los jueces de Nápoles le advierten ahora que «la Red debe tutelar mejor al usuario». En coincidencia con esta sentencia, en Alemania, la fiscalía de Munich ha indagado a al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg y a otros de sus mánager por no haber eliminado algunos contenidos proclives al odio y con amenazas de muerte, a pesar de reiteradas advertencias para que fueran cancelados. Parece claro que, partiendo de la sentencia del tribunal de Nápoles, Facebook no podrá continuar, como hasta ahora, lavándose las manos.