El 86% de los españoles tiene dificultades para distinguir entre las noticias falsas y noticias verdaderas
Las redes sociales están plagadas de noticias que se difunden como ciertas pero no lo son. Los gigantes de internet, como Facebook o Google, intentan pornerle freno pero hasta ahora no lo han conseguido.
El 86% de los españoles tiene dificultades para distinguir entre informaciones falsas -conocidas como ‘fake news’- y noticias verdaderas, según concluye el ‘I Estudio sobre el Impacto de las Fake News en España’, realizado por la empresa de estudios de mercado Simple Lógica y el grupo de investigación en Psicología del Testimonio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), dirigido por Antonio L. Manzanero.
La investigación, llevada a cabo durante este mes de mayo con un universo de 2.000 personas, revela que el 60% de los participantes pensaba que podría diferenciar fácilmente entre una noticia falsa y una verdadera. Sin embargo, tras someterse a una prueba de detección, un 14% acertó, frente al 86% que no lo hizo. A la pregunta de si considera que sabe distinguir entre una ‘fake news’ y una que no lo es, el 59,5% responde que sí, frente a un 33,3% que cree que no, y un 7,2% que no sabe o no contesta. El estudio tiene como objetivo profundizar en el fenómeno de las ‘posverdad’ y su incidencia en la sociedad española.
El principal motivo por el que los encuestados creen saber distinguir una noticia falsa es la irrealidad del contenido (29,6%), seguido del medio en el que aparece publicada (26,9%); los titulares demasiado alarmistas, ridículos o improbables (17,9%); el autor de la noticia (7,7%); contrastan o verifican la información (5,8%); y sentido común, lógica y cultura (3,1%).
Entre las noticias falsas por las que se ha preguntado para elaborar este estudio, destaca que ‘Amazon se prepara para lanzar un supermercado robotizado’, algo que se ha creído el 75,5% de los encuestados. Además, el 53,8% de los encuestados ha pensado que era verdad que ‘Jordi Pujol amenazó al Estado con que si iba a la cárcel, publicaría un dossier que haría caer la democracia en España».
Por otro lado, un 44,6% de los participantes en el estudio no se ha creído la noticia verdadera ‘Detienen a un hombre por llamar 2.600 veces a una compañía telefónica para no estar solo’; así como un 50% ha pensado que era falso que ‘Se ha descubierto una isla de plástico en el océano Pacífico’.
El estudio indica que un 4% de los encuestados afirma haber creado alguna noticia falsa, y la mitad de ellos reconoce haberlas distribuido. En este caso, el 90% de los españoles señala que las ha difundido por diversión o porque creía que no causaba ningún daño, mientras que un 7% lo ha hecho por algún interés (económico, publicitario, etc.) o por causar un daño a un tercero (3,5%).
De este modo, la investigación revela que el 78% de los encuestados entre 16 y 24 años no ha sabido diferenciar una noticia falsa de una verdadera, porcentaje que se eleva al 92% en el caso de los participantes mayores de 55 años. Por género, no se aprecian deferencias, pero el 65% de los hombres pensaba que las distinguiría, frente al 45% de las mujeres.
Asimismo, el estudio pone de manifiesto que el 60% de los encuestados reconoce haberse creído alguna vez una noticia falsa. De estos, cerca de un 30% dice que ello le ha causado discusiones con familiares o amigos; problemas en el trabajo con compañeros o superiores (22%); o problemas emocionales (18%).
«En general aceptamos la información falsa incorporándola a nuestros recuerdos cuando no tenemos una memoria fuertemente asentada sobre esos hechos, cuando es congruente con nuestras expectativas o creencias y cuando consideramos la fuente de información fiable», ha explicado el académico de la UCM.
Por último, Manzanero ha detallado que las ‘fake news’ a veces son «contenidos claramente falsos y en tono humorístico que no persiguen un condicionamiento del comportamiento». «Otras, son informaciones falsas pero creíbles, creadas de forma intencionada, que buscan sembrar dudas o crear realidades paralelas para influir en las personas», ha zanjado.